EL CRISTIANISMO "PROGRESISTA" - PARTE II

 

EL CRISTIANISMO "PROGRESISTA" - PARTE II

¿Qué posibles señales permiten identificar que una congregación se está desviando hacia esta corriente? Generalmente es un cambio sutil a lo largo de varios años durante los cuales se aleja de las doctrinas cristianas históricas. Por ejemplo, si la predicación del evangelio, la expiación, el plan redentor de Dios para reconciliar al hombre se dejan de lado y la mayoría de los mensajes tienen que ver con la cultura o la justicia social. Por supuesto que como cristianos, nuestra fe en Jesucristo debe traer como resultado buenas obras, pero es un signo de alarma si este tipo de temas se convierten en el centro del mensaje en vez del evangelio. Otro signo de alarma es el cambio de posición o reformulación frente a temas relacionados con la sexualidad y el matrimonio del mismo sexo.

Un indicador adicional sería el reemplazo de la autoridad bíblica por los sentimientos personales. Por ejemplo, cuando oyes a alguien decir que al leer las cartas de Pablo o Juan, el mensaje realmente no resuena en su corazón, o por ejemplo, decir: “no puedo creer en un Dios que envíe a la gente al infierno, porque yo no lo haría, luego yo no pienso que Dios haría algo que yo ni siquiera haría. ¿Acaso yo soy más moral que Dios?”. Normalmente hay una forzada necesidad de reevaluar doctrinas históricas fundamentales como la expiación, o la redefinición de ciertos términos. Es decir, se habla de autoridad bíblica y de inspiración, pero en la práctica, “inspiración” se refiere a que “me inspira” o “inspira una fe profunda en mí”, y no a lo que históricamente se ha definido como inspiración divina.

Por ejemplo, hace unos años, una ministra luterana progresista, Nadia Bolz-Weber escribió el libro “Shameless” (Sin vergüenza). Ella expone que la ética sexual de los cristianos no necesita solo un par de ajustes, sino que debe ser derribada por completo y establecida de nuevo en su totalidad. Y para ello, ella define “santidad” como unidad entre dos personas o entre una persona y Dios, dándose el derecho de llamar a cualquier tipo de unión sexual como “santa”. Describe un encuentro de una noche para una pareja del mismo sexo, y la llama “santa”. Y así, ella permite básicamente, dar permiso para hacer cualquier cosa a nivel sexual, cualquier cosa que me haga “sentir bien”, “sentir feliz” o “libre”. Y no solo se trata de decir que es correcto para Dios, sino que es la persona quien afirma que es “santo”. Y por supuesto, este libro fue recomendado por Rachel Held Evans, Brian McLaren, y Austin Channing Brown, voces principales de este movimiento.

Pero, ¿cómo ayudar a alguien que está cayendo en este tipo de corriente?  Lo primero es tratar de entender por qué están siendo atraídos a este movimiento. En ocasiones se trata de cuestiones simples como simples discrepancias con respecto a la ética cristiana, pero en ocasiones se trata de personas que sufrieron de algún tipo de abuso u opresión, o provienen de congregaciones que promovían un ultra-fundamentalismo, y por tanto, están reaccionado contra ese legalismo.

El primer asunto a tener en cuenta es la oración. Muchas personas provienen de congregaciones que promueven falsas doctrinas como el “evangelio de la prosperidad”, donde, se asume que nunca deberíamos enfermarnos o nunca sufrir algún problema, ya que Dios “te hará libre de esas cosas si pones toda tu fe en Él”. Pero luego, una persona a la que aman muere de cáncer, se desilusionan y así llegan al movimiento progresista. Por tanto, es importante siempre tener en cuenta que usualmente existe una herida en lo profundo del corazón.

Y el segundo asunto es estar preparados para una tarea a largo plazo. Este proceso no será de la noche a la mañana, y se trata de algo relacional. Va a conllevar muchas preguntas muy bien formuladas en vez de declaraciones dogmáticas. Y se debe mostrarles mucho amor y aceptación de quiénes son como personas. No tienes que aceptar lo que creen, pero al mostrarles amor y aceptación, sin comprometerse con lo que están creyendo, son algunas cosas importantes a tener en cuenta. Porque de nuevo, generalmente se trata de personas que han resultado heridas por una razón u otra.

Al conversar con los cristianos progresistas, es importante siempre empezar desde qué es lo dice y enseña el Señor Jesús, porque en general, los cristianos progresistas no gustan de los escritos de Pablo. Es decir, es probable que no se logre un gran avance si se inicia citando alguna de las epístolas. Pero si tú vas a Cristo, y les dices a ellos que tú sabes que aman al Señor, es un buen punto de partida. Y desde este punto, les ayudas a descubrir el hecho que tal vez están adorando a un Jesús que han elaborado a su propia imagen. Ya que existen diferentes puntos de vista en los cuales los cristianos progresistas están en desacuerdo con Jesús, probablemente al apuntar lo que Jesús habló específicamente sobre un tema, puede permitir lograr un avance. Por ejemplo,  qué podría llegar a responder cuando se le preguntara: “Si Jesús realmente se sacrificó a sí mismo por ti, y el deseo que te refrenaras de ciertas conductas sexuales, ¿tú le obedecerías?”

Y volviendo al tema de la expiación, podrías preguntarles: “¿por qué piensas que Jesús vino a la tierra?”. ¿Sería acaso por un nuevo código moral? En el Antiguo Testamento ya había un código moral, luego esa no es una razón lógica. Y cuando el Señor Jesús dijo que daba su vida en rescate por muchos, ¿era simplemente un asunto de moral? Son ejemplos de preguntas que permitir analizar y cuestionar qué es lo que se piensa de Jesús y qué es lo que realmente dijo.

Otra buena pregunta sobre Jesús es simplemente decir: “¿de dónde obtienes tu información acerca de Jesús?” Sorprendentemente, algunos cristianos progresistas han respondido con una especie de respuesta bíblica débil, como por ejemplo, que leyeron algo sobre esto en la Biblia cuando eran jóvenes. O incluso podrían ser tan atrevidos como para decir, “es el Jesús tal como se revela a mí todos los días”.  De hecho, Brian Zahnd, en su libro sobre la expiación, donde argumenta en contra de la sustitución expiación de Jesús; al final del libro, básicamente revela que se sentó con Jesús y Jesús básicamente le dijo cómo interpretar todo al respecto. Y entonces, él ha creado a este Dios a su propia imagen, vas a través de este libro y lees todas estas diferentes interpretaciones, solo para descubrir que se basan en él mismo, simplemente diciendo que se sentó con Jesús y Jesús básicamente le dijo toda esta nueva información. Es aquí donde les puedes ayudar a reflexionar sobre el tema y hacerles entender que simplemente, de una invención de su mente, y no se trata del Jesús real.

Jesús dijo que los hombres aman las tinieblas más que la luz. Y parece ser que muchos quieren crear un Jesús en su propia mente, de la misma forma que quieren crear a Dios en su propia mente. C.S. Lewis se refirió a algo parecido, diciendo que muchos solo quieran a un Dios que sea una figura de abuelo benevolente que solo quiere que todos se diviertan. Ese es el Dios del cristianismo progresivo.

Es interesante al leer muchos de los libros cristianos progresistas, que algunos son más sofisticados teológicamente que otros. Pero algunos de los libros pensados para una audiencia general, especialmente los dirigidos hacia las mujeres, promueven un deísmo en el que “Dios te ama, simplemente quiere que seas feliz, Él en realidad no está tan preocupado por con quién te acuestas o con qué estás poniendo en tu mente y en tu corazón. Ya sabes, mientras seas feliz, mientras te sientas bien, siempre y cuando seas aceptado, afirmado y confortable, entonces Él está bien. Y si necesitas algo, él estará allí.”

Esta es esencialmente una visión deísta, como la de un relojero que crea el mundo, le da cuerda y da un paso atrás y básicamente te permite hacer lo que quieras en su nombre. Pero lo que es interesante, incluso si le preguntas a un cristiano progresista, digamos, acerca de la encarnación, por qué Jesús vino, pueden incluso llegar a decir algo como: “bueno, vino a experimentar la vida como un humano para solidarizarse con nosotros.”

El punto es que esto es solo una parte del cuadro completo. Si, Jesús vino a experimentar, y de hecho experimentó todos nuestros sufrimientos y todo lo que pasamos, pero en todo esto, él permaneció sin pecado, como nos dice el autor de Hebreos. Si solo Jesús hubiera venido para solidarizarse con nosotros, entonces Él no podría salvarnos. Y por eso es se trata de otro evangelio. Ya no es un Dios que pueda salvarte. Él puede solidarizarse contigo, pero como tal no tendría ningún poder para salvarte. El Jesús verdadero dice que viene a traer espada para dividir entre padre e hijo, entre madre e hija. No se parece a la imagen que tiene el cristianismo progresista de un Jesús de “paz y amor que te entiende cómo eres, que te comprende, y que no te juzga por lo que haces”.

Finalmente, ten en cuenta algunas de las posibles mentiras que promueve esta corriente:

1)      “Primero importas tú, y tu felicidad depende de ti.”

2)      “Nunca debes renunciar a tus sueños.”

3)      “El pluralismo religioso es una realidad” (Cualquier camino te lleva a Dios).

4)      “Juzgar está mal. Luego, no me juzgues. Deja de juzgarme por juzgar”.

5)      “El problema real no es el pecado”.


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